Tengo muchas razones por las que puedo decir con claridad que las Agencias de Mercadeo y yo no somos las mejores amigas. Sus intenciones son buenas, de eso no hay ni un ápice de duda, pero cómo tratan a los clientes y cómo ejecutan sus estrategias son las que me hacen decir a todo pulmón que las odio.
Puedes pensar, sí, que es un poco loco decir que odias lo que estás manejando y es verdad; sin embargo, en 2016 cuando decidí comenzar el camino de crear una Agencia de Mercadeo -en ese momento lo había nombrado más como agencia de comunicaciones digitales que solo limitarla a Marketing- lo hice porque quería crear un producto que ofreciera un servicio distintivo, sin los vicios que había observado en otras agencias en las que ya había trabajado. Les planteo acá las tres peores cosas que vi:
Explotación laboral en las agencias de mercadeo
Esto es, posiblemente, el aspecto más notable. Cuando trabajé como Community Manager llegué a manejar hasta 5 marcas al mismo tiempo. Como no soy superpoderosa y realmente nadie lo es, el resultado no era positivo para ninguna de las marcas. El contenido bajó muchísimo la calidad y mi cerebro estaba agobiado, por decir lo menos. Todo, además, por el mismo salario.
Copiar y pegar las estrategias
Lo vi mucho, sobre todo en las agencias pequeñas. Vendían estrategias de marketing que realmente no se ajustaban a sus clientes. Era como una “fórmula mágica” bastante nefasta que replicaban con todos porque funcionó con el primero y obviaban si sus otros clientes pertenecían al mismo rubro, vendían lo mismo, etc. Terrible estrategia de las agencias de mercadeo.
Los “paquetes” de posts
Alineado al punto anterior, así como vendían estrategias al mayor y al detal, también estaban presentes los paquetes. Hacia 2016, confieso que quise intentarlo con la agencia y no duré ni un mes vendiendo ese pote de humo. Sin analizar mínimamente el mercado de mi prospecto de cliente, ¿cómo puedo decirle que necesitan el paquete gold con 3 publicaciones en todas las redes sociales diariamente? Es una estafa, de verdad.
Entiendo que muchas agencias siempre tenían esos paquetes porque los mismos clientes los pedían, pero para eso estamos: Para educar al cliente. Así como lo educamos a pensar que publicar en todas las redes sociales posibles y conocidas estaba bien, así debemos educarlo para que exija que se analice su mercado antes de proponer.
Quiero cerrar estas líneas con una de las cosas que me parece exageradamente chocante, pero que no la incluiré como ítem, aunque no dejaré de mencionarla: El trato hacia el cliente. Es un trato pasivo-agresivo, una supremacía del conocimiento que se niega a compartir, negación a educar al cliente, a hacerlo entender y mandarle emojis de caritas sonrientes para suavizar el mensaje que envía. Espero que mejoren. Mi objetivo como gerente de esta agencia de mercadeo es, precisamente, no ser como ustedes.
Yenily Almeida Roca
@YenilyAlmeida